No sé si realmente estoy interesado en volver a escribir
todas las noches antes de acostarme. Resulta que lo que comenzó como necesidad,
se ha transformado en una tediosa tarea. Sin embargo encuentro importante
escribir porque es mi fuente de inspiración, es lo que estimula mi creatividad,
y me impulsa a seguir intentándolo. Es increíble cómo van cambiando las cosas a
medida que empezamos a darle forma a una idea, claro que el entusiasmo no es ni
por asomo el mismo que teníamos al comienzo, pero lo cierto, es que cada vez
que volvemos intentarlo, lo hacemos mejor. En cuanto a mi, estuve dibujando
mucho y ahora, ya no tengo ganas de continuar. Me gustaría tener un poco más de
motivación. Aún hoy extraño aquellos sábados de mi infancia donde íbamos con
Jorge, a aprender dibujo a lo del maestro Akisto. En ese momento dibujábamos
“Bleder”, un cómic amable e inofensivo,
que trataba acerca de un científico que se transformaba en superhéroe a partir
de la explosión de un reactor nuclear. Muy similar a la del hombre radioactivo,
pero con pasajes similares a los de Dragon Ball. Con Jorge éramos excelentes
amigos y yo admiraba muchísimo su forma de dibujar. En ese entonces tenerlo
como compañero de trabajo, era para mí lo mismo que tener un profesor
particular de dibujo. Ahora que casi no tengo amigos dibujantes, me siento
ajeno a todo. Es como si me faltara esa
línea que no cierra, y que te impulsa a intentarlo una y otra vez hasta
conseguirlo. Mis dibujos ahora son de una sola vez, y no están tan bocetados
como deberían estarlo. La cuestión es que me gustaría estar dibujando con
alguien al lado, para compartir ideas, y
así poder generar una visión más amplia de lo que es el cómic en general.
Al Día Siguiente…
Estaba extrañando escribir en los colectivos. Me siento
contento por que el día es agradable, sin embargo hasta ahora no he podido
dibujar nada que resulte productivo y bello. Es por eso que he estado pensando
que quizás, eso se deba a que no escribo con la misma frecuencia con que lo
hacía antes. Lo cierto es que sin textos no hay ideas, y sin ideas no hay
comics nuevos. No quiero dar nada por sentado, pero el cómic “Estar en el
tiempo”, está trabado, y “Aquila Cristal N2”
también. Sumado a eso, mi mano se endureció bastante y ya se me hace difícil
dibujar. Ahora que vuelvo a explorar estas cuestiones, me doy cuenta de la
importancia que tiene admirarse a uno mismo. Me pregunto, porque los adultos no
pueden sorprenderse como lo hacen los niños. Sin sorpresa, no hay motivación.
Necesitamos que las cosas brillen y sean mágicas, para poder seguir aprendiendo
de ellas, pues de lo contrario acabaremos perdiendo el interés por
descubrirlas. Mi blog de diarios se encuentra descuidado y eso es un síntoma de
que estoy perdiendo algo importante. Afortunadamente si hay algo que la soledad
tiene de bueno, es que uno siempre vuelve a las raíces, para buscar que fue lo
que lo llevo a elegirla. Y en ese volver, siempre aparece algo nuevo, algo que
quizás habíamos olvidado.
Así que con estas últimas palabras, voy llegando al trabajo,
y también con este nuevo dolor de estómago, voy recordando la razón de por qué
deje de escribir en los colectivos.