Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Perder para Ganar y Sufrir para Entender

Estoy intentando analizar por qué me siento incómodo con mi pareja. Creo no equivocarme, cuando reconozco que aun, sigo sufriendo por no poder hallar mi estabilidad emocional. Tal es así que cuando estoy solo, siento la necesidad de estar con alguien, pero es entonces que en ese momento, una fuerza igual y contraria, me lleva a buscar nuevamente mi reclusión. ¿Cuál será mi objetivo en esta vida? Parece una pregunta tonta, pero solo en apariencia, dado que encierra la principal causa de esta sensación de incompletud. Por eso necesito primero remitirme a los hechos, antes de poder establecer un análisis al respecto.
Sin dudas que soy un hombre que trabaja a partir de su dolor. Un dolor que habitualmente nace de un despecho hacia la satisfacción. Detesto sentirme satisfecho, pues sé que cada vez que esto sucede, abandono mi labor, y vuelvo a caer preso de una falsa seguridad. La verdad es que hay cosas que si bien son ciertas, nunca podrán llegar a ser comprendidas en su totalidad. Y es mejor que así sea. Todos tenemos un evidente deseo de transitar el camino de la duda, pues es que cada vez que nos topamos con un nuevo problema, aprendemos entonces a identificar el asunto. A favor de mi trabajo introspectivo, puedo decir que he aprendido muchas cosas sobre quien soy, pero también es cierto que para ello, tuve que revocar algunas decisiones, que bien hubieran podido beneficiarme. Por ejemplo sin llegar a dudarlo, he sacrificado la posibilidad de tener una compañía que físicamente no sea la del yo. Con esto al menos termino de comprender, que no estoy preparado para enfrentarme a la incompatibilidad. Siento que muchas veces, soy un ser incompatible. A veces me siento como una pieza de otro rompecabezas. Y esto es porque mis ideas acerca del mundo, no saben encastrar en la tipología de nuestra voluntad común. Me doy cuenta de que soy en sí mismo, una contradicción, dado que si bien estoy teóricamente a favor del amor, también es cierto que en la práctica, me siento más cómodo en la reclusión.
Soy capaz de perdonarme a mí mismo, porque entiendo que mi accionar tuvo siempre un fin positivo para mi vida. Mi decisión de concientizar aquello que sangra en mí, no tuvo nunca, ningún otro objetivo más que el de generar nuevas experiencias, que junto a las anteriores, me ayuden a descifrar el enigma del corazón humano. Quizás esta sea mi meta. Como veras mi moral está al servicio de mis sentimientos, pues es que sin ellos no tendría ningún motivo para estudiar y analizar estas cuestiones. Pero aun así, no estoy exento de perder mis esperanzas, pues me sucede que con cada nueva crisis, todos mis avances se desorganizan, y es entonces cuando debo aprender a ser fuerte, para no perder este enfoque que hasta hoy me ha invitado a emprender mi tarea, siempre una vez más.
Necesito del dolor. Y necesito de la crisis. Las necesito porque son las únicas sensaciones que me indican que hay algo en mí, que debo entender. Por eso visto y considerando que el hombre es un ser completo y autosuficiente, se me hace lógico pensar que no importa cuál sea la situación, seguiremos sufriendo hasta tanto y en cuanto, la pregunta no halla sido correctamente formulada. Mi deber aquí es sufrir, en mayor o menor medida, para poder cuestionar mis acciones, y así llegar a replantearme aquellas carencias, que hoy me hacen adolecer.


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