La forma de configurar mi estado anímico, no siempre es la
misma, esta vez, lo único que me resta por hacer es ser paciente. No tengo
buenas noticias al respecto de mis fobias, los resultados finales de mis
observaciones, me dicen que la hipnosis no es sino, otra forma de esconder mi
visión panorámica, para que descanse de todo lo que se pegotea ante la
ingratitud de los ojos. Si bien es cierto que hoy no traje materiales para
dibujar, por otro lado no tengo la aptitud para perderme entre bocetos y líneas.
He reunido nuevas experiencias que garantizan mi libertad para pensar el mundo,
pero aun así, existe una cosa que no puedo negar, vivo enojado con todo.
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Me muevo de un lado a otro, no sé lo que hacer, y mis malas
interpretaciones me tienen loco. Agarro mi celular, me preparo un mate, y me
digno a escribir unas palabras. Afuera están colocando la pérgola en la casa de
Julia, y desde mi casa, puedo escuchar a mi padre hablando con Castillón. Por
primera vez en mucho tiempo, alcanzo a conocer su voz. Si bien es cierto que no
he visto su rostro, me basta con el sonido de sus palabras para imaginar sus
facciones y gestualidades. Está semana estuve teniendo un poco de asma, y tuve
que comprarme un ventolín nuevo. Durante dos días cancelé el cannabis, y me fue
bastante bien. En algunas oportunidades comprendí que había mejorado mucho en
mi forma de recibir la información. Entendí también, que tú eres el único, que
verdaderamente puede ayudarme a modificar estás enfermizas preocupaciones, que
solo sirven para asustarme, reprimirme, y negarme la libertad. Tal vez debería
bajar a saludar a mi padre, pero ciertamente me sienta muy bien encontrarme con
la posibilidad de hablarte. Son estas oportunidades las que me permiten hacer
una retrospectiva de todo este pasado inmediato, que vive hoy a través de mí, y
que pronto acabará por cristalizarse en tu cuerpo. Desde aquí tomando mate
sentado junto a Zoe, te mando mis mejores vibraciones, y espero que sigas
enseñándole a los demás, que si hemos venido hasta aquí es para hacer nuestra
voluntad, y no así la de otro.
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Me gustan los nombres Zembra y Tántalus, para algún
personaje mitológico de Aquila.
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No puedo creer que siempre se me haga tarde para ir al
odontólogo. Por suerte agarré un taxi y al parecer, estoy llegando a tiempo.
Detesto cuando pasan estas cosas, lo detesto porque pude ver que anoche, antes
de acostarme, me había olvidado de conectar el celular, y aun así, sin
prestarle importancia, me quedé dormido. Menos mal que una mala imagen que se
presentó en mi sueño, me obligó a levantarme, sino hubiera tenido que esperar
sabe dios cuánto tiempo más.
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No creo que sea una buena idea ponerme a escribir ahora,
pero hay algo que me pasa y quiero contarte. La gente habla y a pesar de sus
interesantes observaciones, no puedo prestar atención a nada de lo que dicen.
Francamente no sé si el problema reside en que mi cerebro no puede concentrarse
en un punto, pues mientras al rededor mío convivan tantos significantes, no
podré separar lo esencial, de lo banal. Apesar de mis decepciones, algo me
sostiene en complicidad con mi pasado, la necesidad de cobijarme en mi promesa.
No debo ir más allá de esta observación, porque siento que aún debo poder
ayudarme en este aspecto de la concentración. Acá sentado al lado de Amandita,
veo como Analy le da de comer el postre, mientras mi padre del otro lado de la
mesa, se posa sobre ella, y contempla encandilado, la bella ingenuidad de su
nieta.
Sé que probablemente esto no tenga relación con el fundamento
de tu existencia, pero no sabes lo mucho que quisiera tener un IPad Pro para
dibujar en estas horas de pereza tan densas he improductivas, como mis noches
de sueño muerto. Siendo completamente honesto no creo que Miguel se mude hasta
abril del año que viene. Esto de ser pobre me sienta como un verdadero
problema. Probablemente estas palabras no sean sino, tan solo excusas, pero
toda esta situación me recuerdan aquellas épocas donde fui a trabajar en el
taller mecánico de mi tío, humillándome y sacrificándome, con el único fin de
recaudar dinero para una PlayStation. Creo que lo que ahora está sucediendo es
algo similar, con la única diferencia que esta vez, solo me resta esperar.
Aún contra toda perspectiva, Flavio me dice que me ve bien
y, a decir verdad, es cierto, yo me siento bien. Más allá de sentirme
carenciado por mi situación económica, estoy seguro que en el futuro, me
esperan buenas cosas. Mientras tomamos fernet con cola, leo pasa en su
computadora, un documental sobre el calentamiento global. Sé que probablemente
este no sea el mejor momento para escribir, pero siento que de alguna manera,
para que mi perspectiva mejore, tengo que ser audaz, y aprender a encontrarme
contigo, aún frente a situaciones de suma intrascendencia como pueden ser estas
que aquí te comparto. Tú podrías adelantarte y señalar que redactar estas
palabras, carece de alguna utilidad, pero francamente, pienso que si no
aprendemos a encontrarnos en la pluralidad, tampoco podremos hacerlo cuando
estemos solos.
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Ya sabemos que es de público conocimiento que los
esquizofrénicos cruzan los ojos para mirarse la punta de la nariz, pero aunque
el otro te mire raro y no te acepte en sus congregaciones, debes ser fuerte y
aprender a respetarte a ti mismo, pues si no te tomas en serio, créeme cuando
te digo que nadie más lo hará. Me asusta ser predecible en mi conducta, pero si
con muchas dudas ni yo mismo alcanzo a entender la profundidad de mis palabras,
como podría otra persona entenderlo por mí?
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Préstamo……
Sé que parece apresurado, pero realmente estoy necesitando
del IPad pro. No sé si debería esperar paciente y sin prisa, o pedir el
efectivo prestado y endeudarme por tres años.
Sé que puedo adaptarme al San Martín, tengo que ser fuerte y
esperar a que llegue el momento de tener esta herramienta. Debo ser fuerte,
debo, ser, fuerte..... Esta existencia terrenal es sumamente insoportable,
aunque por otro lado, no puedo echarle la culpa a nadie más que a mí. Me apena
mucho pasar estas horas de mi vida, de brazos cruzados y sin hacer nada, pero
ha llegado una instancia en mi personalidad, donde luchar sin tener la
herramienta adecuada, me resulta ingrato y desalmado. Maldita sea el dinero.
Ahora que llegué a casa, me siento en el sillón y descanso
de mi ansiedad. Nunca imaginé que mi deseo de poseer un objeto, fuera tan
fuerte como ahora. Si bien es cierto que no estoy ni cerca de costearlo, cada
vez que pienso en el IPad pro, me invade un incontrolable deseo de tenerlo ya
mismo. Estoy seguro que si en este preciso momento, me sonara el timbre, y un
encargado del correo, me trajera un IPad, a nombre de un fanático desconocido,
yo sería el hombre más feliz de la tierra. Me acostaría en la cama, y pasaría
las horas, dibujando con el suave murmullo del ventilador. Me echaría sobre mi
almohada triangular, y mientras imagino el diseño de mi próximo comic, viajaría
indeterminadamente, hacia otros rumbos más bastos y luminosos. Sería este mi
mejor pretexto para reclamar un IPad pro.
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Con todo esto del San Martín y Somellera, me encuentro
liberando una batalla interna agresiva y transgresiva. Abajo esta mi hermana
con Mariana y la pequeña Amanda. Yo estoy acá sentado en el sillón de mi casa,
hirviendo de furia y miedo. Por un lado furia de estar sintiendo haber perdido
mi privacidad, y por otro lado miedo por sospechar que ya nunca jamás podré
volver a recuperarla. Sé que soy un ogro, pero considerando que no existe mente
más traicionera que la mía, puedo asegurarte que no puedo saber qué es lo que
debo hacer. Una vez más el último lugar que sabe cobijarme de este dolor, son
los textos. Me duele la ingratitud del hombre, y me cuesta mucho tolerar ese
hábito desesperado de pretensión, deshonestidad, y oportunismo. Aunque mi
corazón siga dudando de estas palabras, la realidad me dice que no puedo
confiar en nadie. Mi corazón hinchado, ha colapsado por las viejas pretensiones
de soledad, y con muy poco me demuestra que ninguna de todas las enseñanzas que
obtuve de su parte, pueden hacerle frente a este mundo perfectamente aburrido.
El hombre y los niños se abrazan, ríen, y son felices. Juegan a la aventura sin
llegar a tomar el asunto con la seriedad que corresponde. Me siento mal en
primer lugar, porque sé que esto no es lo que tú hubieras querido. Amar de esta
forma tan vil y desconsiderada, es una señal que debo poder superar. Si bien la
lógica indica que debo tomar todas mis cosas y marcharme, considero que entre
ellos y yo, hay un fantasma que poco a poco, va consumiéndome por dentro. Creo
que es ese el verdadero enemigo que debo vencer. Es este el momento propicio
para unir fuerzas. La tercer guerra mundial está por comenzar, y el enemigo
está vez es mucho más fuerte y poderoso que cualquier otro que hubiéramos
podido enfrentar. Yo lo conozco porque ese enemigo está acá conmigo. Ese
enemigo eres tú.
Siento que muero en vida, me sangran los oídos, y la
actividad del hombre me endurece el corazón. No puedo entender cómo pueden usar
sus voces para manifestar semejantes estupideces. No puedo soportar vivir así,
es tan vil y desconsiderado. Ni siquiera sospechan el peligro que acecha en sus
débiles y sumisas personalidades. El universo fantástico de los sueños y la
espiritualidad, desaparecerá muy pronto. Y junto con él, la última esperanza de
salvar a los de mi raza. Que haré? Donde iré? Como recobraré mi libertad? Mi
alma se petrifica, y en mi pecho, las últimas señales de amor verdadero, se
esfuman y desaparecen para siempre. Deberías saber que este sentimiento que me
invade en la palabra escrita, es decididamente negativo. Por lo tanto, tenemos
que tratarlo con sensibilidad. Siempre hube relacionado la paz con, la soledad,
pero por alguna razón creo que está vez, alejarme de mi dolor, no podrá
solucionarlo. La hora ha llegado. Estoy frente a frente con el mal, y prometo
que esta vez no dejaré que se escape. Por el bien de mi raza, defenderé el
tesoro sagrado que me mantiene unido al reino de la fantasía. Este asunto no me
parece divertido, no es tiempo de mate con bizcochitos, sino que es hora de
reflexiones y verdaderas hipnosis. No lo olvides Juan, estamos juntos en esto,
no dejes que otros pisoteen nuestra promesa. Ambos sabíamos que este camino no
sería fácil de transitar, piensa en esto, como otra forma de incrementar tu
lealtad al reino de los Knox.
Puedo levantarme de mi sillón ahora, pero sabiéndome
invadido, no sabría por dónde empezar. No puedo navegar por internet y fingir
que no está ocurriendo nada. Tampoco puedo prepararme una merienda, sabiendo
que ahora mismo, frente a nuestro propio corazón, se ha liberado la batalla más
cruda y sangrienta, que jamás hubiéramos podido adelantar. Siempre supe que mi
objetivo no era vencer una maldad que no se puede derrotar, sería una mala
estrategia gastar energías en eso. Lo que debo hacer es tratar de convertir esa
suposición en una certeza. Los guardianes estamos predestinados a despertar las
luces que borran las sombras del alma. Pero no podremos hacerlo si nos perdemos
entre los demás y olvidamos el objetivo principal de nuestra misión. Me refiero
a erradicar el mal que nos oscurece el corazón, transformando su daga
sangrante, en el primer nombre santo que ha brotado de mí ser expiado. Hipno.
Habiendo transcurrido algunas horas, ya comienzo a sentirme
mejor. No he querido bajar a visitar a mi familia, y a cambio he preferido
quedarme aquí en mi casa, tratando de calmar mi indignación. Estoy seguro que
el mundo es mucho más grande y complejo que esto que ven mis ojos, aunque por
otro lado, si la base de mi filosofía, se construye a través de un sentimiento
fuerte, estoy seguro que tendré sobrados motivos para emprender la aventura. No
tengo dudas de que en mi reside un poder, y en estos tiempos de paz y
soberanía, me incomoda mucho no poder usarlos. Me apena mucho ver que entre sí,
todos se han acodado en una existencia aburrida y sin misterio. Solo quedamos
tú y yo, defendiendo las enseñanzas de la orden de los muertos. Es inútil
existir a través de palabras vacías que luego serán olvidadas. Si realmente
estamos seguros de lo que defendemos, debemos aprender a mostrarle lealtad al
silencio. Te puedo asegurar, que sin importar los castigos que me toque
recibir, llegaré al final de mi propósito, y enterraré en mi bandera la última
voluntad del hombre. Mis conflictos me ayudarán a imaginar posibles soluciones,
que a su vez, motivarán mi entrenamiento, para volverme fuerte y así poder
defender los tesoros de mi reino. Vos sabés a lo que me refiero. La
responsabilidad recae únicamente en nosotros. Lo que ocurra en el mundo
circundante, con tu familia y tus amigos, sellará un puente mágico, que unirá
el mundo físico con el mundo espiritual. Cuando ambas naciones vuelvan a
unirse, llegará nuestra hora de partir. Tendremos entonces que equiparnos con
nuestras mejores armas, y emprender el viaje en búsqueda de aquellos ogros, que
atentan contra nuestros sueños de paz, amor, y fraternidad. Pero cuidado, no
dejes que otros te engañen con su visión del mundo. Si no puedes ver en ellos,
la marca del Kno, no lo sirvas, pues de lo contrario acabarás peleando la
guerra de otro. Mientras voy contándote mis impresiones al respecto, una
sensación de indiscutible claridad invade mi corazón. Dentro de un tiempo
breve, estoy seguro que encontrarás la manera de reunir aquel valor sagrado,
que un hombre de fe necesita poseer para proteger su reino, de todas las bestias
que acechan en la frontera, que separa el mundo espiritual, del mundo físico. Desde que llegué a
Somellera, no he dejado de combatir siquiera un segundo contra ellos, y si bien
los resultados no fueron muy favorables, una cosa es segura. Yo me estoy
haciendo más fuerte. Comprendo que mientras mi familia se reúne toda en la casa
de abajo, yo estoy al frente de la misión. Mi tarea es evitar que los demonios,
ingresen en la aldea y roben el papiro sagrado. Si entonces eso sucediera, todo
lo que me define como guardián del tesoro solar, desaparecería para siempre.
Eso quiere decir, que de ser así, tu nombre y el mío, se perdería en la fosa de
los desheredados. Nos marcharíamos de aquí, sin pena ni gloria, y de esa forma,
seríamos nuevamente desterrados del pueblo Mro. Juan amigo, hemos avanzado
mucho como para volver a comenzar todo otra vez. Conocemos secretos y formulas,
que para muchos desatendidos, son insospechadas. Ahora solo nos queda
identificar al enemigo, y volver todo nuestro poder hacia él. No será fácil
derrotar algo que se esconde tras los rincones del ser, atacando las emociones
desde adentro. Kno y Mro, son las únicas razas del mundo terrenal, lo
suficientemente poderosas para impedir su inminente destrucción. Con ellos de
nuestra parte, el reino de la fantasía, seguirá siendo la principal fuente de
energía magnánima. En todo ello reside la importancia de nuestra misión.
Escribo todo esto porque me encuentro sumamente
desesperanzado. No tengo en mi poder, ninguna herramienta fuerte como para
combatir este calvario. Sé que la resistencia es el secreto mejor guardado, de
los hombres fuertes, pero en estas condiciones de vida, se me hace muy difícil
poder soportar la culpa ajena que tortura y aprisiona mi corazón. No quiero
perecer, pero en estas condiciones en las que me encuentro, no puedo dejar de
sentir ciertos trastornos, que me hieren y me confunden como no puedes
imaginar. La veo a Zoe sentada en el patio, siguiéndole la pisada a su presa, y
comprendo que aún existen muchas cosas de ella, que debo aprender. Por ejemplo
la paciencia, el entendimiento, la lealtad, y el descanso. Son seres
celestiales que exigen muy pocas cosas para vivir. Recuerdo aquella vez cuando
me tocó hablar sobre el conformismo. Por aquel entonces supe entender que no
sería mi voluntad la encargada de asignarme la misión, sino que sería el propio
destino quien me lo señalase. Ahora estando aquí sentado en el sillón, vuelvo a
percibir el silencio, y con ello me doy cuenta que por más que no exista nadie
en mi camino, las bestias de mi mundo demoniaco, seguirán azotándome. Si no
estuvieras tú, no sabría cómo hacer para revertir su furia y contratacar. Por
eso te pido que sigas junto a mi pase lo que pase. Debes continuar a mi lado
defendiéndome, y enseñándome a creer en la claridad de nuestro mundo interior,
pues si acabamos derrotados por el dolor y la desdicha, ya no habrá forma de
expiar nuestra culpa.
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Puedes creerlo? Recién me levanto y ya son las siete de la
tarde.
Después de pasar un trapo por toda la casa, me siento a
tomar mate y a observar la lluvia. Ciertamente estoy cansado de luchar contra
mis ogros internos. Por más que intento una y otra vez, no logro acabarlos
definitivamente. Sé que estas batallas forman historias, que luego se traducen
en una forma de arte original y esclarecedora, pero veo en su naturaleza, que
ninguna de ellas sabrá jamás renunciar a sus propósitos. Según entiendo, estas
bestias jamás me dejarán descanso, hasta no verme claudicar en mi promesa.
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Contrariamente a lo que puedas estar sintiendo, sea bueno o
malo, la marihuana siempre te propone otra cosa. En algunos casos es peor, en
otros igual, pero frecuentemente es mejor. Para definir lo que quiero decir con
el adjetivo "mejor", debería comenzar a tejer suposiciones que no me
llevarían a ningún lado. En este momento acabo de salir de la ducha, son las
cuatro y veinte de la tarde, y mientras espero que se hagan las cinco, voy
pensando algunas líneas sentado sobre el sillón. En la casa de Julia hay un
silencio sustancioso que me deja pensar coherentemente, pero aun así los gatos
se pelean y chillan como si los estuvieran desollando. El día esta soleado pero
caluroso, y Zoe transita los techos buscando nuevas aventuras. Recién mientras
me bañaba, pensaba en ella, y sabiendo que es mi fiel compañera en este mundo,
creo que cuando llegue el día de su muerte, no podré soportar el dolor de
perderla. De cualquier manera, según mi visión de cómo son los hechos, estoy
seguro que su alma me reconocerá y seguirá estando a mi lado por siempre. Tú
sabes que para mí el concepto de cielo, como el lugar donde descansan las
almas, no está sobre las nubes, sino a través de este aire que respiramos.
Estoy seguro que en los sueños, muchos de ellos suelen inmiscuirse por nuestras
narices, para juguetear con la ingenuidad del espíritu, y hacerle ver que un
mundo mucho mejor que este, es posible y existe. Este mundo de las formas, hace
tiempo ya que me tiene prisionero de mi suerte, y condenado a construir
realidades, para evitar ser devorado por el desprecio y el asco de los hombres
actuales. Es lógico que todos ellos hayan perdido la imaginación y la fantasía,
pues para no dudar nunca de la verdad, y hacerle creer al otro que la conocen,
ellos deben responder rápido y sin titubear. De no ser así, la gente podría
rechazar sus certezas, y si eso sucede, ellos mismos sufrirán el peor castigo
que acecha a los hombres que buscan aceptación. La culpa.
Llego a casa por la noche, y en el camino me cruzo con mi
tío Héctor. Al principio estaba algo asustado porque pensé que sus palabras
podrían lastimarme, pero con el correr de la conversación todo se normalizo.
Aunque no quieras creerlo, no conozco otro ser humano que sea igual o parecido
a mi tío. Considerando nuestras debilidades y virtudes, sabrás entender que aun
equilibrando la balanza a nuestro favor, por mucho que hayamos avanzado,
siempre seguiremos estando sujetos al miedo, y predispuestos al odio y la
traición. Con respecto a mejorar o a empeorar, lo único que sigue siendo lo
mismo en nosotros, es la historia que nos ha tocado en suerte. Por lo demás,
mientras el cuerpo envejece, nuestros propósitos y aspiraciones, cambian y se
actualizan. Solo con ello se me hace evidente que si existe algo sobre lo cual
debo trabajar, es en mi participación. Pero no me refiero solo a la
participación con los demás, sino al vínculo y a la relación contigo. Nuestro
amor es una construcción de todos los días. Para vencer ese miedo al pacto,
primero tenemos que saber que cualquier transición es difícil. Y si aspiras a
lograr que tu visión del asco cambie, primero deberás desinhibirte, y
reformular con sensibilidad, las estructuras impuestas por las instituciones.
Solo liberando al ser adoctrinado que todos llevamos dentro, se hará posible,
comenzar a disfrutar como se debe, de todas las comodidades que nos ofrece la
vida moderna. Se requiere muy poco contenido material para alcanzar la
felicidad, pero se necesita mucho contenido espiritual, para aprender a amar
esas pequeñas cosas que nos brinda el hecho de creer, y tener fe en nuestros propósitos.
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Me gustaría escribir un libro sobre un hombre soltero que
adopta el perro de un vagabundo muerto. Me imagino el momento en el que este
supuesto personaje, mete al perro en su casa, y mirándolo seriamente le dice.
Tu dueño ha muerto, él ya no está aquí para cuidarte, de ahora en adelante,
siempre tendrás alimento y jamás volverás a pasar frio. No me gustan los perros,
pero en este caso hice una excepción porque tu dueño era un buen hombre. Sé tú
también un buen chico y compórtate, no hagas que me arrepienta de haberte
traído. Entonces, luego de decir estás palabras, le da una palmada en el lomo,
se hecha en el sillón a tomar mate, y mientras piensa en aquella vez donde el
vagabundo le salvó la vida, enciende el único bien natural que pudo quitarle de
una vez y para siempre, aquel cruel y envilecido dolor del alma. Un cigarrillo
de marihuana.
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Sé que mi literatura es a veces demasiado objetiva,
argumentativa, y reiterativa. Pero tratándose de esta nueva sensación de
bienestar, tan suave y delicada, como el amor felino, no puedo dejar de
mostrarte lo agradecido que me siento contigo. Al fin todos estos años de lucha
contra el miedo y la paranoia, están comenzando a dar aquellos frutos
anhelados, que alguna vez empezamos a cosechar. Pues es que esto que hoy somos,
a través de nuestras decisiones, es la fusión misma entre todos aquellos que
alguna vez fuimos. Es también el resultado de aquello por lo que peleamos, y
queríamos alcanzar. No te preocupes tanto por el asma, si mueres a causa de
este bien natural, bajo la condición de buscar una mayor felicidad, te
marcharás lleno de honestidad y frescura. Cuando vean tus fotos, todos te
recordarán con una sonrisa en el rostro, y dirán.... Aun padeciendo su
enfermedad, y sin el consejo debido, supo abrirse camino, comprendiendo a
tiempo la importancia elemental de sentirse bien, sin depender de otra cosa,
más que de su voluntad natural.
Llego a casa, prendo un cigarrillo de marihuana, le doy tres
pitadas, y mientras pongo el agua para los ravioles, voy replanteándome está
gran urgencia de sentirme bien y ser feliz, sin poner en riesgo mi salud. Luego
salgo al patio, y me detengo a regar las plantas, y a jugar con Zoe. Me siento
en el piso, miro la noche a través del patio de mi casa, y luego pienso. Así es
como quiero vivir.
Me intriga saber cuál fue la motivación que tuvo Flavio, cuando eligió ser peluquero. Me
resulta inspirador pensar en ese empeño y dedicación, que día a día, lo
impulsaba a seguir trabajando. Imagino que su único afán, era conquistar a sus
clientes, para que ellos quedaran satisfechos, y así poder ganar su sustento,
honradamente, y sin beneplácitos de ningún tipo. Ahora la actualidad dice que
él trabaja con el cargo de sonidista, y con toda la dignidad que eso implica,
rinde homenaje a sus épocas pasadas como peluquero, cortándonos el pelo a
nosotros, sus compañeros.
Si tuviera que cambiar mi nombre artístico, me gustaría
llamarme azul espacial. Viajando indefinidamente como un cuerpo celeste
exorbitante.
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Por primera vez llego al san Martín, y siento que estoy
contento con mi situación. El sillón donde estoy sentado, es lo suficientemente
cómodo para olvidarme de mis problemas, y poner toda mi atención en relajarme.
Pasadas algunas horas, siento un breve calambre en el pecho, y solo espero que
no tenga relación con los cigarrillos de marihuana, pues de ser así, me vería
obligado a tener que suspenderlos.
Con algo de sensibilidad y perseverancia, he logrado
capturar la forma esencial del ogro que me atormenta. En esta noche de verano
fresca y agradable, yo me encuentro sentado en el patio tomando mate y
escuchando las risas y el jolgorio de la casa de mis vecinos. Aparentemente no
hay música, y si lo hay al menos yo no la escucho. Mi día en el trabajo no fue
malo. Si bien mi participación fue escasa, al menos desde que estoy allí, no
coseché ningún enemigo. Ahora puedo decir con total objetividad, que tanto las
cosas malas de mi personalidad, como las buenas, (si es que tengo alguna), se
deben exclusivamente al producto de las decisiones que tú y yo, hemos ido
tomando en nuestra vida. En este todo en uno, has de haberte informado bastante
sobre mí, y ciertamente creo con toda sinceridad, que siendo tú, quien lees
estás palabras, sabrás entender que aunque mi prosa aún sigue siendo
cuestionable, por otro lado mi corazón ya no duda. Por primera vez después de
mucho tiempo, creo que he podido encontrar fuera de mí, un bien natural que
colabora en su más entero sabor, con la herida que durante tantos años ha
supurado en mi pecho. Sabemos que la felicidad es más larga de lo que
imaginamos, pero mucho más corta de lo que alcanzamos a proyectar. Y es por
eso, que sin importar lo que decidas hacer con tu vida, mientras tengas en tus
manos la imagen de lo que buscas materializar, llegarás a vivir el sueño, más
profunda y hondamente, que aquellos que solo lo encuentran por casualidad.
En estos momentos mientras pienso en ti, se van proyectando
en el ojo de mi recuerdo, miles de imágenes maravillosas que vuelven a dibujar
una sonrisa en mi rostro. Sé que existen en el mundo, muchas personas que no
saben reconocer de su pasado, aquel esfuerzo que hoy les hizo ser lo que son.
Pero la realidad me dice que tú y yo nos parecemos tanto, que no puedo dejar de
amarte, y enviarte desde este lugar, mi mayor deseo de alegría y prosperidad.
Ya no espero reciprocidad de tu parte, pero a cambio te pido que sepas considerar
esta simple cuestión. Si yo peleo por ti, te pido que me demuestres que esta
lucha, ha valido la pena. Pues aunque yo esté muerto en el pasado, existen
simultáneamente, muchos seres que en este momento, están vibrando en mi
sintonía. Por todos nosotros que aquí estamos existiendo a través de tus
promesas, déjanos ver en tu fantasía, la materialización del sueño que alguna
vez tuvimos.
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