Imaginen a un hombre desesperado por crear. Ahora imaginen a un dibujante que teme dibujar por miedo a equivocarse. Bueno, sí pudieron imaginar estas dos cosas, entonces entenderán como me siento. El hecho de que uno quiera crear, no significa que el proceso de creación valla a ser fácil. Pero trato de no quejarme demasiado, porque entiendo que la única forma de combatir a la falta de ideas, es trabajar sin miedo a equivocarse. Muchas veces cuando dibujo, salen cosas repetitivas y feas, cosas que no podría publicar en mi blog, pero yo sé que la frustración forma parte activa en el compromiso de un artista, y se necesita mucha fuerza de voluntad para no sucumbir en la lucha. También a diario me estoy dando cuenta que cada vez que me siento a dibujar, parece como si me hubiera olvidado de cómo hacerlo. Entonces se me ocurre que en el arte, como en la vida, no bastan los conocimientos adquiridos para dar a luz a lo que sólo existe en la imaginación y en los sueños. Es necesario sentir que lo que vamos a comunicar tiene un valor real para nosotros, y que por consiguiente, lo tendrá para los demás. En estas circunstancias, donde parece que ya no tengo nada más para decir, me asalta esta cuestión, y entonces me pregunto. ¿Acaso es que me ha olvidado de cómo dibujar, o es que nunca aprendí cómo hacerlo?. A veces nos esforzamos mucho en tratar de marcar el rumbo que queremos seguir, pero en ocasiones nos damos cuenta que hay cosas que no podemos controlar. Yo creo que para ser artista, uno debe tener este concepto bien en claro, aprendiendo a no desanimarse por lo hecho. Así, día a día, iremos forjando la voluntad y la paciencia que necesitamos para no sucumbir frente a la nada, llegando a reencontrarnos al fin, con los buenos momentos, que son los que justifican grandes periodos de angustia y frustración.
Importante :
En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.
lunes, 29 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
Transformando el Dolor en Belleza
Nuevamente me siento en mi silla a meditar un rato. Por el momento he perdido la batalla contra el pensamiento, pues por más que intente detenerlo siempre se destapa con algo. A pesar de todo esto, mi cabeza está llena de cosas abstractas y sin sentido. Si bien es cierto que puedo pensar, no tengo ideas claras. Pero eso no me preocupa demasiado, dado que yo no soy escritor, no creo tener pasta para eso. Me considero antes que eso, un dibujante atrapado en arenas movedizas. Utilizó esta metáfora porque hace tiempo que intento sacar a flote alguna idea, pero mientras más lucho, más me hundo. Sin embargo no me queda otra alternativa que intentarlo, prefiero morir luchando antes que morir vegetando, después de todo, hagamos lo que hagamos, todo concluye en la muerte. Si, lo sé, pocos piensan en la muerte, dado que el presente es muy valioso como para llevarlo con angustia, y yo no soy la excepción. Aunque de todos modos no puedo evitar que a veces me asalte la idea de la muerte, pues soy un joven que vive la vida de un viejo. Encerrado en mi casa tomando mate en compañía de mi pequeña gata Zoe, siento que nada puede lastimarme, pues es un mundo conocido para mí, es casi como vivir en el útero de mi madre. A pesar de todo, el psicólogo me ha sugerido que debo enfrentar mi situación y apostar por el cambio, aunque me sienta cómodo y protegido con mi soledad. Si no salgo de este pequeño mundo construido con mis manos, jamás podré saber si hay algo mejor. Pero no soy un tipo fácil de convencer. Cuando el psicólogo me dice que debo socializar más, yo afirmo con la cabeza, y mientras tanto por dentro, retumban los ecos de un contundente no. Es entonces cuando me pregunto. ¿Para qué busco ayuda, si luego voy a cuestionarla?. ¿ Para que busco ayuda, si no hay nada que quiera cambiar?. Yo creo que lo hago para serenar mis aguas. Porque claro está que la mayoría de las veces me siento triste y desesperado. He aquí la cuestión. Lo que mi psicólogo no entiende es que precisamente necesito sentirme así para trabajar, de hecho creo que sin una cuota de tristeza y desesperación, el sistema creativo no funciona. Esto lo pude comprobar, porque después de que uno dio a luz un trabajo generado a base de angustia, ansiedad, dolor, y demás pesares, la recompensa es una satisfacción muy grande. Es así que todo el sufrimiento que pueda atravesar una persona a lo largo de un tiempo determinado, es recompensado finalmente, aquel día en el que dicha persona, aprende a transformar su dolor, en belleza. Y esa transformación solo es posible a través del arte.
La Conversación
Me doy cuenta de que realmente me cuesta mucho trabajo conversar. No soy un tipo conversador como quien dice. A pesar de esto, sostengo que la base de todas las emociones, está en la conversación. El intercambio de palabras, es fundamental para que uno comience a comprender que es lo que le pasa, y de esa manera, poder hacer algo al respecto. En mi caso, y aunque no me guste, no soy de hablar demasiado, no es que no quiera, simplemente es que no puedo. En esta nueva etapa de mi vida, comienzo a reconocer mis limitaciones, y a valorar las cualidades de los demás. Realmente admiro en las personas, la facilidad de expresión y la asociación de los temas cuando hablan. Me gustaría poder llegar a esa instancia, pero de verdad que no parezco hecho para tales propósitos, me refiero a la conversación. Anteriormente pensaba que tenía el don del pensamiento, pero ahora me doy cuenta de que cualquiera puede pensar, es decir, no es algo de lo que uno pueda hacer distinción. Pero de a poco, comienzo a conformarme con lo que tengo, más que a conformarme, comienzo a ser más precavido, y a explorar con mayor suspicacia, el terreno que voy pisando. Lamentablemente, he tenido que aprender con la prueba y el error, solo que errar, significaba golpearse contra un muro, cada vez que lo hacía. Mi último golpe, fue muy fuerte, y aun me falta mucho tiempo para recuperarme de mis heridas. Pero debo ver el lado positivo, yo he sobrevivido, y ahora he aprendido mi lección. No importa que es lo que he aprendido, solo importa que ya no volveré a cometer ese error. Todavía tengo mucho por aprender, pero lo que debo evitar, es golpearme contra el muro otra vez. Debo ser lo suficientemente sabio, como para comprender que el camino, (aunque no lo parezca), nunca es recto, todo lo contrario, esta minado de bifurcaciones. Las alternativas siempre son buenas, aunque durante mucho tiempo, me halla negado a ellas. Yo, caminaba ciegamente por un camino que creía que era el indicado, me deje llevar por las palabras y no por el corazón. Pero entonces, llegó el día en que todo se empezó a oscurecer, y yo no tenía a nadie que pudiera ayudarme, mis amigos y mis familiares, estaban muy distantes, porque yo los había alejado de mí, porque yo había elegido eso. Así que no tuve más remedio que padecer por culpa de mi propio ego. Paradójicamente, yo creía que podía hacerle frente a todo, hasta que me tuve que poner a prueba con la oscuridad. Me enfrenté a una película que mi propia imaginación se había inventado, pero que no era real, solamente era como una gran confusión en las ideas, un resentimiento muy grande que solo generaba enemigos, pero no enemigos de carne y hueso, sino enemigos mentales. El odio y el resentimiento, no pueden conducir a otro lado que no fuera la confusión, y cuando no se tiene pensamientos saludables, todo el cuerpo comienza a funcionar mal. En mi caso se vio perjudicada la facultad de la conversación. No es que no pueda hablar, es solo que le escapo al dialogo y tiendo a refugiarme en mi mismo. Soy tímido, mis decisiones me hicieron ser como soy. Pero aunque me queje, no puedo hacer otra cosa, que tener respeto por la vida. Ella devuelve lo que uno le da. Así que ahora cuido más mis palabras, tratando de no ser demasiado agresivo. Porque esto no es como un partido de futbol donde el objetivo es ganar, aquí se trata de comprender que se necesita para mejorar como ser humano.
El Equilibrio entre Pensar y Sentir
¿Ya no sé qué es más importante, si pensar, o sentir?. ¿Qué es más importante?. Sin duda debo encontrar el equilibrio entre ambas, porque siento que nunca es suficiente con solo pensar, o solo sentir. He comenzado a tomar el control de lo que quiero ser, pero es tan escurridizo, tan arbitrario y relativo. La felicidad no está ni en el extremo de pensar, ni en el extremo de sentir. Ninguna idea es lo suficientemente pura como para aferrarse a ella. Uno siempre está queriendo cambiar. Pero jamás podemos programar el día y la hora, solo intuimos que es lo que deseamos ser, y procuramos hacer todo lo posible para que eso suceda. Pero la pregunta es si algún cambio es definitivo. Creo que no. Solo cambiamos para volver a cambiar. A veces empezamos de nuevo, y otras veces continuamos con lo hecho, pero en ningún caso podemos alcanzar la meta definitiva. Siempre hay algo que aprender, porque siempre hay algo que cambiar. Ahora. ¿Quién nos enseña lo que debemos cambiar?. ¿Acaso es la gente?. ¿Acaso es el corazón?. ¿Acaso es la mente?. ¿Acaso es el cuerpo?. ¿El espíritu?. ¿El amor?. ¿Qué es lo que nos enseña que debemos cambiar?. ¿Estamos listos para recibir ese aprendizaje?. ¿Estamos listos para cambiar?. No tengo dudas sobre mí, pues sé que existo. Solo tengo preguntas. ¿Quiénes son mis maestros?. ¿Viven dentro de mí, o existen fuera de mí?. ¿Ellos son la manifestación de mi deseo, o llegan fortuitamente?. Esta semana de mi vida, fue diferente a las demás, digamos que fue más audaz. Porque estoy aceptando lo que soy, ya no me interesa cuestionarme. Ese fue el paso que he dado. No sé lo que los demás piensen de mí, solo sé que les entrego lo mejor que tengo, porque necesito que la gente me entienda. Soy un hombre silencioso, solitario, y separado de las costumbres sociales, pero a pesar de esto, tengo algo para decirles. El silencio, cuando uno está con otra persona, dice mucho más que cuando uno está solo, dado que no existen razones para hablar, cuando no se tiene a otro que nos escuche. Claro que la persona no necesariamente tiene que estar presente al momento en que comunicamos algo, pues nadie puede leer un libro, o escuchar un disco, o ver un dibujo, al momento en que se esta gestando, solo lo recibimos cuando finalmente es publicado. Entonces, con respecto a quienes me escuchan, sepan por parte mía, que no diré nada que no halla sido reflexionado y/o estudiado antes de ser publicado. Este espacio de tiempo que separa el proceso creativo, del momento de la publicación, esta habitado por el silencio, y es la razón de por que yo elijo la soledad.
Entiendo que mi objetivo está en limpiar mis pensamientos de lo viejo, para permitir que ingrese lo nuevo. Por eso me preocupa regular lo que pienso con lo que siento, para encontrar el equilibrio. Ese es para mí el cambio. Ningún pensamiento debe ser más importante que sentir, y viceversa, todo es equilibrio, y ese equilibrio está regulado por lo que a uno le hace bien. Al menos se aplica para las personas que buscan renovar su espíritu. Yo lo busco. Muchos pueden pensar así. Lo bien que hacen. Uno debe ser egoísta para poder ayudarse. Recuerden, Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos.
Entiendo que mi objetivo está en limpiar mis pensamientos de lo viejo, para permitir que ingrese lo nuevo. Por eso me preocupa regular lo que pienso con lo que siento, para encontrar el equilibrio. Ese es para mí el cambio. Ningún pensamiento debe ser más importante que sentir, y viceversa, todo es equilibrio, y ese equilibrio está regulado por lo que a uno le hace bien. Al menos se aplica para las personas que buscan renovar su espíritu. Yo lo busco. Muchos pueden pensar así. Lo bien que hacen. Uno debe ser egoísta para poder ayudarse. Recuerden, Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos.
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