Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Transformando el Dolor en Belleza

Nuevamente me siento en mi silla a meditar un rato. Por el momento he perdido la batalla contra el pensamiento, pues por más que intente detenerlo siempre se destapa con algo. A pesar de todo esto, mi cabeza está llena de cosas abstractas y sin sentido. Si bien es cierto que puedo pensar, no tengo ideas claras. Pero eso no me preocupa demasiado, dado que yo no soy escritor, no creo tener pasta para eso. Me considero antes que eso, un dibujante atrapado en arenas movedizas. Utilizó esta metáfora porque hace tiempo que intento sacar a flote alguna idea, pero mientras más lucho, más me hundo. Sin embargo no me queda otra alternativa que intentarlo, prefiero morir luchando antes que morir vegetando, después de todo, hagamos lo que hagamos, todo concluye en la muerte. Si, lo sé, pocos piensan en la muerte, dado que el presente es muy valioso como para llevarlo con angustia, y yo no soy la excepción. Aunque de todos modos no puedo evitar que a veces me asalte la idea de la muerte, pues soy un joven que vive la vida de un viejo. Encerrado en mi casa tomando mate en compañía de mi pequeña gata Zoe, siento que nada puede lastimarme, pues es un mundo conocido para mí, es casi como vivir en el útero de mi madre. A pesar de todo, el psicólogo me ha sugerido que debo enfrentar mi situación y apostar por el cambio, aunque me sienta cómodo y protegido con mi soledad. Si no salgo de este pequeño mundo construido con mis manos, jamás podré saber si hay algo mejor. Pero no soy un tipo fácil de convencer. Cuando el psicólogo me dice que debo socializar más, yo afirmo con la cabeza, y mientras tanto por dentro, retumban los ecos de un contundente no. Es entonces cuando me pregunto. ¿Para qué busco ayuda, si luego voy a cuestionarla?. ¿ Para que busco ayuda, si no hay nada que quiera cambiar?. Yo creo que lo hago para serenar mis aguas. Porque claro está que la mayoría de las veces me siento triste y desesperado. He aquí la cuestión. Lo que mi psicólogo no entiende es que precisamente necesito sentirme así para trabajar, de hecho creo que sin una cuota de tristeza y desesperación, el sistema creativo no funciona. Esto lo pude comprobar, porque después de que uno dio a luz un trabajo generado a base de angustia, ansiedad, dolor, y demás pesares, la recompensa es una satisfacción muy grande. Es así que todo el sufrimiento que pueda atravesar una persona a lo largo de un tiempo determinado, es recompensado finalmente, aquel día en el que dicha persona, aprende a transformar su dolor, en belleza. Y esa transformación solo es posible a través del arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario