Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Emociones Enlatadas

Me doy cuenta y entiendo, que el mundo interior, no es sólo un lugar donde hallar paz, también es un lugar donde uno siempre puede regresar. Hay muchas personas que piensan que el mundo interior es sólo un juego de niños, una distracción que entorpece la comunicación, y que nos va volviendo cada vez más introvertidos. Según mi experiencia, yo desde muy pequeño, me vi en la dificultad de relacionarme con la gente, por esa razón, obedeciendo a mi sentido común, decidí comenzar a escribir en un diario. Tenía plena confianza que de esta manera, lograría volver consciente, aquello  que  escapaba a mi comprensión. Años más tarde, me alegré mucho al darme cuenta, que algunos de mis problemas más insoportables, se habían resuelto. Así fue que decidí, continuar  haciendo lo mismo hasta hoy. Sin embargo no fue, ni tampoco es, una tarea fácil. Dado que hay muchas personas que encuentran que escribir a partir de lo que le sucede a uno, es una pérdida de tiempo, un mal hábito. Claro que hay otras cosas en la vida, como salir con amigos, hacer un curso  de algo que nos gusta, conocer una chica, empezar a salir con ella, etc. Ésas son cosas a priori saludables, pero que de ninguna manera, corresponden a un objetivo trascendental. Es lógico pensar, que no para cualquiera, resulta sencillo abstenerse a la tentación de querer transformarse en héroe, de la noche a la mañana. Por eso hemos indagado, y después de mucho buscar, al fin encontramos que el camino más corto, lo dicta la televisión. ¡Dios guarde al modelo, como sabio consejero de las masas!. Casualmente hoy por la noche, Natalia me estuvo mostrando unos videos de Calle 13. En una primera impresión, me parecieron brillantes, el producto que  todos estaban esperando. Las letras estaban muy bien escritas, y la música era movediza y alegre. Es el complemento perfecto, para una gran fiesta pensé. Sin embargo no pude dejar de notar, que el mensaje, no tenía nada de novedoso. Enaltecer la rebeldía, ilustrando a la mujer, a través de textos que la incriminan como un instrumento que sirve al hombre, únicamente para fines sexuales, es sin duda algo repetido, algo que está disfrazando al contexto, con la versatilidad más provechosa del lenguaje. Esto convierte al discurso, en una instancia para muchos, nunca antes vista en esta sociedad. Hay sectores de la población, donde el contenido es aventajado por la imagen. Y es esa la explicación de por qué hoy, resulta tan difícil hacer que la gente crea en aquello que no puede ver. ¿Pero quién puede negar la existencia de un culo y un par de tetas? O bien, ¿Quién puede negar la existencia de una pandilla peleando con la policía? Son como emociones enlatadas, que tienen garantizada la excitación, y la adrenalina. Todo el mundo puede acceder a esta propuesta, porque no se necesita tener, o poseer, ningún saber anterior. Y aunque es increíblemente difícil evadirse de todo, también resulta casi imposible, resistirse a la tentación de una música tan bien ejecutada, vitoreándose sobre las letras rítmicas de una mano lucida y maquiavélica. Donde las imágenes de video, son protagonizadas por mujeres hermosas, que bailan junto a hombres musculosos, los cuales a su vez, se pelean con la policía, destrozando todo lo que tienen a su paso. Es el producto perfecto, es lo que la gente quiere, y lo que la gente busca. Algo quizás poco saludable para el organismo, pero increíblemente sugerente para el instinto. Podríamos compararlo con Mc Donald’s. Poco saludable, pero irresistible para aquel que tenga hambre de verdad. Digamos que de vez en cuando, uno puede darse el gusto de comer allí. Ahora, si comes todos los días, en poco tiempo.....seguramente entenderás lo que digo. Quiero aclarar que no me interesa volverme crítico de nada, ni de nadie, pues creo firmemente en que Calle 13 tiene mucho para aportar a la música, y en todo caso, la forma en la que describo su trabajo, es simplemente un análisis que me permito hacer.

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