Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

jueves, 22 de agosto de 2013

Humor

Comienzo a darme cuenta, porque me cuesta tanto estar en grupo. Acabo de salir de mi trabajo, y voy camino a casa con la cabeza mirando el piso. Algo anda mal, pienso. Hasta hace poco estaba de lo mejor, y ahora otra vez, me siento pésimo. Llego a mi departamento, y lo primero que hago, es saludar a mi gata, quizás el único ser en este universo que no me hace daño. Más tarde dejó la mochila, y agarro mi diario. Estoy seguro que este es uno de los pocos objetos que desde mi niñez hasta aquí, sigue siendo tan importante como en ese entonces. Agotado de mí mismo, comienzo a escribir esperando poder resolver este dilema que pone en crisis toda mi vida. Creo haber encontrado la explicación de esta fobia social. Sin ir más lejos no quiero apresurarme en la respuesta, pues estoy convencido de que cuando la verdad tiene un marco sólido donde apoyarse, trasciende toda memoria. Sabes Juan, hace mucho tiempo ya, que no suceden estas cosas, y si bien no estoy muy seguro de cuál es mi objetivo, creo en parte que no todo es incertidumbre. Lo quieras o no, te has convertido en mi gran hermano. No sé qué sería de mí, si no te tuviera cerca mío para confesarte lo que siento. Quizás parezca ridículo hablarse a sí mismo, y tal vez muchos puedan pensar que somos narcisista al hacerlo. Pero lo cierto es que si no fuera por estos diarios, muchas de todas las cosas que nos pasan, carecerían de sentido. Quizá nuevamente estés ansioso de escuchar lo que tengo para decirte, y es probable que yo también lo esté. Pero todo a su tiempo. Este diario ha sabido contemplar mi vida de una forma única. Nada de todo lo que hasta hoy poseo, ha podido reemplazar su frescura y sinceridad. Observó mi computadora, y aunque si bien hay mucho de mí dentro de ella, lo cierto es que nada de todo eso, se compara con la pureza de estar escribiendo cara a cara con el papel. A veces creo que el amor de un hombre, está en saber defender aquellas cosas que sacadas de contexto, no tiene ningún valor. Piensa en mí, observa tu diario, imagíname del otro lado, y comparte conmigo todo lo difícil que resulta estar vivo. Hoy me tocó sufrir como pocas veces antes lo había hecho. Descubrí entonces que dentro mío algo estaba muriendo, o quizás transformándose en otra cosa. Estoy empezando a entender que me lastima en demasía, no poder estar a la altura de las expectativas que la gente tiene sobre mí. Me duele mucho observar su frustración, pero más me perturba que vos mismo te decepciones de estas palabras.  En este sentido me pregunto cuán fuerte puede ser la voluntad de la gente, que sólo en cuestión de minutos, tiene la capacidad de alterar instantáneamente el humor de otra persona. ¿No te resulta ilógico descubrir que no puedes modificar tu propio humor, mientras que el resto de la gente, si puede hacerlo contigo?

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