Hoy voy a comenzar mi dieta vegetariana. La razón es simple.
No quiero contribuir al maltrato animal, ni mucho menos deseo vivir comiéndolos
como si nada sucediera. Después de enterarme del dolor y el sufrimiento que
padecen los animales a manos del hombre, comienzo a entender que si continúo
comiéndolos, de alguna forma voy a estar contribuyendo con eso. No me queda
duda que si yo cuido la vida con un fundamento valido, ella sabrá retribuírmelo
con nuevas y hermosas palabras. Vos sabes lo mucho que me gustaría expandir los
límites de mi discurso, pero si no cambio mi conducta, esto no sucederá. Los
animales son una fuente de energía que sostiene el equilibrio del planeta.
Todos los que tenemos mascotas, sabemos que entre ellos y nosotros, existe una
relación incuestionable. Ya sea perro, gato, pollo, o vaca, si tú los matas
para comer, ellos estarán enfadados contigo y te desearán el mal. Tu cuerpo es
inteligente y de alguna forma sabe que te estás comiendo otros animales, que
sienten dolor al igual que tú. Ellos también tienen derecho a la vida. Quizás
tú digas, bueno yo no los mato por deporte, yo los mato para comer. Pero si
seguimos esa lógica, el asesino diría. Bueno en realidad no es mi culpa
tampoco, yo los mato porque la gente me paga. Lo que quiero decir es que no es
tu culpa ni la mía. Hace muchos años que el hombre viene matando animales para
su beneficio. Y en torno a eso, se han construido granjas en todo el mundo. Por
suerte hoy la humanidad está cambiando, y ahora somos nosotros los responsables
de que esto se acabe. Por eso estoy seguro que si todos trabajamos juntos, la
voz de nuestro reclamo se hará más fuerte. Tal vez pienses que nos falta
convicción para decir lo que creemos, y es cierto. Siempre somos nosotros los
que quedamos en la mira. Siempre nos han castigado por defender nuestros
sentimientos, mientras que esos cobardes que solo saben agredir, siguen
repitiendo los mismos errores que otros han cometido. Lo hacen para salir del
centro. Lo hacen por falta de valor. Lo hacen para no ser juzgados. Si no estás
de acuerdo con esto, piensa en tu mascota. Imagínala sufriendo los peores
castigos. Piensa si realmente estarías dispuesto a todo para salvarla. Piénsalo
un instante, y no recurras a nadie buscando su aprobación. Si tú sientes que de
verdad está mal comer carne, déjalo. Y sino, sigue comiendo animales como si
nada pasara. Yo me siento mal. Veo que entre mis piernas tengo un gato acostado
y realmente me dolería mucho si algo le sucediera. Es por esa razón que quiero
aprender a quererlo. Tal vez pueda parecer un disparate, pero no comer
animales, es también una forma de amarlos. Yo quiero cuidar la vida. No
destruirla. Creo que cualquier acción que pudiéramos tomar al respecto, nos
ayudará a construir nuestro carácter, y a respetar el derecho que otros
animales tienen a ser libres. Quizás mi conciencia haya crecido. Tal vez ahora
sea el momento de cambiar todo lo que no me gusta de mí. Por eso me alegra
saber que hoy existen otras opciones para alimentarnos. Así que
afortunadamente, comida no va a faltarme nunca. Tal vez extrañe el sabor de la
carne, pero estoy seguro que ese será un dolor necesario. En está inagotable
responsabilidad de buscar el conocimiento, solo se me ocurre una frase que
escuche el otro día en Disney Chanel. Trata como quieras que te traten. Y
siendo que respaldo este pensamiento, la verdad es que ha llegado la hora de
aceptarlo. Yo no deseo ser comido por nadie.
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