Me parece que hemos sido engañados. Creo que me han mentido.
En un lugar como éste, es muy factible que hasta los mejores gestos, se
derrumben. Es mi mujer, la mujer que he querido. Pero he vivido la nada, la
nada mental, la material, la agonía y el silencio. Compuse en mi vida fantasma,
lo que ahora ustedes pretenden comprar. Y déjenme decirles que no entiendo su
reacción, pues ni por un segundo de éxtasis, vendería mi porción de universo, a
estos intereses tan serviles y mutilados. En varios de mis poemas, la fórmula
guarda el secreto de esta mujer a la cual le correspondo. Un goce discontinuo,
pero goce al fin. En ella no hay nada que demostrar, su imperfección es seductora
y se deja ver, más no comprenderse. Por eso antes de abrazar el centro de su
carne, siempre estuve expuesto a su mirada, y a la bifurcación de un cruce que
desde aquella última vez, ha cambiado nuestros destinos para ya no volver.
Conocí a mi mujer una vez, y como todos, temí que el tiempo deformara su
belleza. Pero por razones diversas, mi decisión, precaria o pasajera, mantuvo
de pie su sonrisa, solventando su ausencia, con diferentes relieves de un mismo
enigma. Un enigma que crece indefinible como el cosmos, ineludible como su ausencia, he indescriptible como mi amor.
Importante :
En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.
miércoles, 3 de julio de 2013
Breve Historia de un Poeta
En el reflejo de su cara, alguna vez existió un choque. En
lo correcto de sus palabras, la suspicacia, supo abandonar el reposo. Y
haciéndose fuerte en su condición de hombre, extirpó del otro, lo que
pretendía. En ese entonces, la mentira era sólo un método para ejemplificar la
verdad. Pero a través del tiempo, y la relatividad de sus ideas, logró
descomponer con objetividad la fragilidad y el rencor del sentimiento humano.
Con una porción de fama, y otra de poder, descubrió el riesgo que implicaba
enfrentar los susurros y las acusaciones de la crítica, he Intentó con mucho
cuidado, no mancharse con la subjetividad ajena. Así fue como más allá de lo
esperado, obtuvo resultados favorables. Sin embargo sus dudas y certezas, lo
lanzaron en caída libre hacia su primera abstracción. No ha existido, ni
existirá, aquel que pueda definir con palabras como el tiempo modifica la
materia, tanto en nosotros, como en todos los ámbitos de la ciencia. Así
pensaba cuando comenzó a dar sus primeros pasos como poeta. Sus intenciones
eran la de racionalizar los elementos que en su conjunto conformaban su vida cotidiana.
Pero sólo una parte de lo humano le interesaba, algo que esencialmente imitaba
siempre a lo anterior. Rememorar esa idea, significaba para él, un triunfo
precoz, pues describía su imagen al mismo tiempo que se le escapaba. Él decía
que su tratado era como atravesar el viento. Podías sentirlo, pero se destruía
si tratabas de explicarlo. Su búsqueda logró eludir las certezas y formalidades
de aquellos escaparates, que estos viejos monstruos de la historia, montados en
su caballito imaginario, habían intentado negociar. Por eso, al cumplirse el
plazo estipulado de su contrato, y habiendo conocido la impronta internacional
de las empresas que lo auspiciaban, decidió conservar sus principios, a costa
de renunciar al bienestar, tanto económico, como popular. Sin embargo, él
sabía que le faltaba dar un paso. Una segunda puntada, que hacía uso de un hilo
más fino que el anterior. Comenzar siempre desde el principio, se decía. Los
mismos temas serán dados, una y otra vez. A estas alturas era indiscutible para
él, que en el eje de su investigación, había un enigma del cual no quería
desprenderse. Fue por eso que decidió escribir una carta al público, exponiendo
el motivo por el cual había decidido volver al inicio. Así había dicho.
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