Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Autocontrol Emocional

Voy hablar con franqueza sobre un tema que me tiene preocupado. No puedo dejar de notar mi evidente necesidad de crecimiento intelectual, artístico, estético, o como quieran llamarlo. Claramente soy consciente de que si bien el proceso es lento, no por eso dejó de notar como en determinados aspectos he mejorado. Sin embargo hay un sentimiento en mí, que parece no estar conforme con lo hecho. Es por eso que siempre estoy a la expectativa de conseguir alguna herramienta tecnológica que me facilite el trabajo. Aquí es donde se abre la cuestión, pues al parecer estos diarios y la continuidad de mis dibujos, no parecen ser suficiente motivo para llamarse al silencio. El drama es que no puedo dejar de notar cómo mi naturaleza humana, me exige diariamente buscar nuevas formas de enmascarar mis errores, con el único fin de obtener reconocimiento. Siendo que esta actitud me parece en todo desagradecida, yo me pregunto. ¿Qué busco realmente con mi trabajo? ¿Busco capturar la atención del otro? ¿O solo busco afirmar mis principios, estudiando los vejámenes que involucran al hombre como un ser que vive en comunidad? Tengo muy en claro que hay determinados comportamientos que a mi entender se naturalizan, y es en ese momento donde perdemos el espíritu crítico. Por otra parte me gustaría saber por qué razón el hombre necesita sentirse reconocido. Está bien que desde niños todos nos esforzamos por llamar la atención. Pero también es cierto que llega un momento en la vida del hombre donde todos deberíamos buscar el porqué de estas actitudes. Antes que reaccionar impulsivamente, me gustaría tener en cuenta cuáles son las cosas que estoy sacrificando. Es evidente para mí que siempre que se trabaja sobre algo nuevo, hay otra cosa anterior que se abandona. El caso es que si de pronto mi decisión fuera la de comprar esto o aquello, ¿que sería entonces de mi vida pasada? ¿Dónde quedarían mis intenciones de redefinir el idioma? Es lógico para mí que un idioma sin ética ni principios, no podría contemplar ni separar lo que está mal de lo que está bien. Por eso mi pregunta aquí es la siguiente. ¿Para qué más? ¿Qué sería de aquellos hombres que pelean desde la profunda miseria, si no tuvieran otros, que desde una mejor posición, reivindicaran su lucha? Nada más quisiera yo que aprender a valorar aquello que nadie quiere y todos olvidan. Nada más quisiera yo que confían en ti, sabiendo que siempre volverás a concluir lo que alguna vez iniciamos. Pues con toda sinceridad, si bien reconozco que he crecido, no es éste el punto donde termina mi legado. Tengo bien en claro que no deseo saltar etapas, y que no hay nada más importante para mí, que contemplar en mis palabras, cual es el grado de bondad y desinterés que imprimen mis pensamientos. No pretendo encandilar a la gente haciendo alarde de una gran técnica. No quiero despertar ese costado que sólo destiñe envidia, avaricia, y falsas carcajadas . Lo que yo quiero es abrir a la reflexión. Lo que yo quiero es mostrarle a la gente que lo verdaderamente importante, es aprender a terminar con todos esos sentimientos de egoísmo y soberbia, que nos hacen creer en algo que no somos. Nada es más hermoso que poder tener control sobre la propia voluntad, reconociendo que la lucha aún continúa. Le temes a la miseria, ¿pero cómo ser mejor si aún no has aprendido a valorar la vida por su costado más humilde y desinteresado? Existe en mí, un sentimiento de autocontrol que siempre me está queriendo enseñar la función que cumplimos nosotros aquí en esta tierra. Ese sentimiento es puro y repudia cualquier deseo de fama y popularidad. Es por eso que me basta con poder escucharte, pues me doy cuenta que dentro de ti, hay una verdad que lucha por subsistir. Por eso si realmente buscas algo noble para defender, busca dentro de ti. No hubo ni habrá mayor verdad, que luchar a favor de los sentimientos. He visto muchas veces ese brillo en la mirada de los hombres, que implora siempre mayor poder. Lo he visto y me he dado cuenta que también existe en mí. Es por esa razón que sabiendo de mis continuos e incontables deseos de poseer más, he llegado trazarme un solo y único objetivo. Erradicar por completo la avaricia que hay en mí. Desde mi lugar sé que cuando uno compra una herramienta, está cambiando el conocimiento y la sabiduría, por un trozo de papel que fuera de este mundo, no deja de ser obsoleto. Entonces algo está pasando aquí… Creo que todo aquel que decide pagar para acceder al conocimiento, es en realidad un embustero. Aunque cueste creerlo, el conocimiento existe en ti desde siempre. Tú eres el aprendiz, y a la vez, también eres el maestro. Enfrentarse cara a cara con tu verdad será duro, pero si entonces buscas entender, sabrás que no hay camino más directo que el dialogo contigo mismo. Por otro lado, jamás nadie que sea puro de corazón, dedicaría años de su vida a la investigación, sólo para hacerse rico. El primer y único objetivo de un corazón noble, es ayudar desinteresadamente a quienes más lo necesitan. Ya no habrá diferencia entre ayudar a una sola persona o a un pueblo entero, lo esencial siempre será trabajar con ese único fin. ¿Fama, popularidad, reconocimiento? Simplemente sirven para consolar a la gente haciéndoles creer que están en lo correcto. No está mal que esto suceda, pero también es cierto que si pierdes tu espíritu crítico, ya nadie podrá marcarte el error. En este sentido yo prefiero morir equivocadamente, sabiendo que al menos intenté controlar mis impulsos. La única finalidad del hombre puro es, fue, y será, ayudar. Por ello investigamos, por ello nos desvelamos, por ello sufrimos y seguimos adelante. Porque bien sabemos que todo aquel que pueda entenderse a si mismo, tarde o temprano encontrará la forma de entender a los demás. Es una tarea donde probablemente te encuentres muy sólo. Necesitarás gran claridad y convicción para poder sostener tu postura en una sociedad tan materialista como esta. Para ponerlo en otras palabras, yo creo que somos victimas, pues fue nuestra desesperación la que nos ha llevado a malinterpretar el mensaje. No se trata de controlar a los demás, sino que se trata de aprender a controlarse a sí mismo.

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