Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

jueves, 26 de diciembre de 2013

El Poder de la Energía

Encuentro en las personas un gran potencial. Escucho hablar a la gente que me rodea, y me doy cuenta que la mayoría de ellos poseen grandes capacidades. Sin embargo en cada conversación mi silencio es elocuente, pues existe una razón que motiva esta falta de interés en mi relación con los demás. Reconozco de mi parte, que me cuesta mucho encontrar en estos diálogos, algún tema que sea digno de ser escuchado. Ninguno de todos los que están cerca de mí, se atreven a debatir sobre la soledad, y mucho menos a exponer sentimientos tales como la angustia, la melancolía, o la tristeza. Sé que la mayoría de nosotros, hemos pasado alguna situación similar a esta. Por eso me gustaría saber. ¿Para qué ocultarlo? Siendo ésta la realidad, no puedo menos que sentirme humillado cada vez que la gente me obliga a conversar sobre temas que no tienen ninguna importancia para mí. Aún no he podido entender como el hombre urbano, se ha vuelto sin ninguna culpa hacia la banalidad de un discurso truncado, que sólo busca evadir el dolor. Deberían considerar que tanto lo negativo como lo positivo, conforman en su conjunto el poder de la energía. Creo que para muchos esto puede sonar un poco rencoroso, pero yo no pongo en duda que cada simple instante en la vida, nos ayuda a comprender mejor lo que somos. Por eso aunque ya no tenga nadie con quien hablar, seguiré intentándolo. Sé que no vine a este mundo para ser feliz, sino que vine para entender. Vine para abrir los ojos y estar presente sabiendo que aquí mismo, tengo una responsabilidad. Pero no es fácil platicarles a los demás, lo que pienso sobre la vida. Cada vez que lo hago puedo ver en sus ojos, como se esfuerzan para intentar comprenderlo. Sufren y se atormentan hasta que finalmente el escepticismo acaba por diluir cualquier tipo de comunicación. No los culpo, sé que nadie quiere vivir a través del dolor, pero es el precio que hay que pagar si es que buscas aprender de tus errores. No pongo en duda que todos aquí intentamos luchar para conseguirlo. Algunos van a la facultad y dedican gran parte de su tiempo libre, a leer artículos que los ayudan a ganar conocimientos sobre un tema en particular. Es destacable como muchos de ellos han logrado transformarse en profesionales exitosos que desde su lugar, ayudan al bienestar de los demás. Sin embargo lo que yo cuestiono es que han perdido toda capacidad de juicio y autocritica, pues en su mayoría todos le temen al silencio. Sé que hacer algo al respecto, es difícil. Pero yo pregunto. ¿De qué vale la victoria, si no aprendes a sangrar en batalla? ¿Cómo podrás valorar un triunfo, si no conoces la importancia de una derrota? Ahora lo veo claro. Todos aquí de una forma u otra, estamos luchando por algo. La diferencia está en comprender que no todos luchamos a favor de lo mismo. Sin embargo a esta altura de mi vida, se ha vuelto muy claro para mí que si no duele, no sirve.

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