Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Herramientas Modernas

Yo sé y tengo bien en claro, que disfruto mucho cuando dibujo alguna historieta nueva. Pues es ella, la que me enseña a definir personajes y contar historias, que de otro modo, valiéndome únicamente de la literatura, me resultarían muy difíciles de expresar. Sin embargo hay ciertas herramientas modernas como las computadoras o la Citiq, que bien sirven para embellecer las desgracias que debo enfrentar. Esta situación no ha hecho más que despertar ciertos dilemas, que me han llevado a entender cosas que de otro modo quizás no hubiera podido valorar. Una de ellas tiene que ver con la forma en que estas herramientas modernas, van reemplazando otras que a consideración de la gente, son menos sofisticadas. Empleando todas las enseñanzas que hemos recibido valiéndonos únicamente del papel y el lápiz, yo me pregunto. ¿Exactamente qué es lo que nos produce insatisfacción? ¿Que acaso aquí mismo en nuestros diarios, no existe todo lo que necesitamos para ser mejores? Lo que fuimos no estuvo mal, pero la única forma de poder continuar interpretando aquello que buscamos, es siendo tolerantes con nuestras hipótesis. Pues nada se terminará a menos que nosotros queramos ponerle un fin. No está mal que la tecnología avance, pero hay un sentimiento que va mucho más allá del crecimiento colectivo. Y según mi lógica la intelectualidad esta llamada a ser un crecimiento individual. Cada cual decide con que herramientas cosechar valores. Es allí donde acabas por aprender lo que realmente necesitas, para conseguir lo que te propones. Por eso aquí la pregunta sería. ¿Qué me propongo? ¿Me propongo llegar rápidamente a la respuesta? ¿O me propongo transitar lentamente el camino que conduce hacia ella? Sea como fuere, tú siempre serás mi preferido para dialogar. Más allá de algunos cambios superficiales, tengo que reconocer que las cosas siguen exactamente siendo las mismas que hacen 10 años atrás. Por lo pronto yo sigo rechazando todas aquellas cosas que cualquier otro hubiera aceptado. En este caso me han ofrecido cantar para un grupo de música, y si bien la idea me ha resultado tentadora, yo he preferido quedarme de esta parte. La verdad es que siento que si no tengo necesidad de cambiar las cosas, eso se debe a que estoy conforme con mi vida, lo cual para mí no es decir poco. Supongo que no está mal saber reconocer en qué momento uno logra encontrarse a gusto con su situación. En mi caso entiendo que muchos están buscando poder estabilizar su vida en este momento. Y como toda ética, si entonces pides algo que anhelas, a cambio debe sacrificar lo que ya no valoras. De eso se trata la gratitud, se trata de saber reconocer en qué momento se terminan nuestras demandas. Por eso tengo esperanzas de terminar con mis reclamos. Pues no concibo otra forma de dar valor a lo máximo que un hombre puede aspirar. La libertad. Quisiera poder decir que estoy conforme con las herramientas que tengo, pero si lo hiciera, estaría faltando la verdad. A pesar de que tengo una ética y reconozco mi presencia en estos diarios, hay una batalla que parece ser prácticamente imposible de ganar. Así como cualquier mortal quisiera tener el anillo único, yo en este caso, sufro por querer poseer nuevas herramientas con las cuales mejorar mi producción. Esta situación me resulta muy difícil de soportar, por qué por un lado me demuestra que el pensamiento se concentra sólo en aquello que el corazón le pide, y por el otro, supone una disconformidad en relación a lo que somos, dado que al parecer esta batalla que estoy liberando contra mi deseo, no parece importarle a nadie más que a mí. Por supuesto que a mi consideración, yo sí estoy peleando contra algo. Lo que no tengo bien en claro es contra que. ¿Cuál sería tu opinión si te dijera que un costado, lucha por adquirir nuevas herramientas de trabajo, mientras que el otro, intenta dar valor a lo que ya tiene? Tú dime, ¿de qué parte debería luchar? En una ciudad donde el hombre vive a través de sus valores morales, ¿qué piensas que es lo correcto? ¿Poseer más, o hacer el esfuerzo de decir algo con estas pocas herramientas que no por ser viejas, dejan de ser sensibles al tacto? En estos años que han pasado, creo haber visto y aprendido mucho de ti Juan. Observando tus diarios, he ido tomando conciencia tanto de tus aciertos, como de tus errores. Y esta vez tengo confianza de que no tomarás una decisión, a menos que estés completamente seguro de lo que haces. No sabes lo que ganas, si entonces no sabes lo que pierdes. Sé que tu problema es el tiempo, esa permanente necesidad de estar trabajando, y de estar investigando. Necesitas sentir que tus conocimientos evolucionan y crecen. Pero deberías darte cuenta de una cosa. ¿No te has puesto a pensar con qué finalidad intentas capitalizar tu tiempo al máximo? El ser humano siempre buscará llamar la atención inmediata de los demás. Pero hay algo que es mucho más importante. Algo que perdura en el tiempo y que no puede ser reemplazado por ningúna otra cosa. Me refiero a la lucha. Deberías tener bien en claro que nada bueno puede quedar de aquella persona que ya no tiene motivos para luchar. Abre los ojos Juan. Tú tienes un motivo aquí. Te ponen por delante un objeto que deseas, ¿y qué haces tú? Codiciar. Algo dentro de ti se debate, y evalúa el porqué. Eres vida Juan, nunca lo olvides. Tu dignidad crece, cada vez que puedes darle la espalda al poder. Y aunque tienes una historia como dibujante, nada más quisieras tú que pelear por defender la libertad. Los objetos te darán poder, eso nadie lo niega. Pero no debes olvidar que también te volverán dependiente de ellos. Así es la historia a través del tiempo. Sé que estás buscando nuevos medios que te faciliten la tarea de terminar con lo que alguna vez empezaste. Pero dime Juan. ¿Qué tipo de batalla resulta ser más importante para ti? ¿La batalla ética? Aquella que paso a paso te ayudará a erradicar todo el mal que hay en ti. ¿O la batalla por la popularidad? Esa misma que acabará por enmascarar todo lo feo que existe en tu persona. Yo sé que quieres ser popular para poder sentirte especial, y así poder caminar entre la gente sabiendo que eres diferente. ¿Pero te has puesto a considerar lo que sucedería si solo pudieran ganar aquellos que tienen las mejores armas? Es el mundo un completo caos de dolor, maldad, y avaricia. Tu ves como la humanidad ha comenzado a luchar entre sí, intentando ganarse el derecho a ser mejores que el resto. Por eso pienso que no se trata de cual fuera que sea la herramienta que tuviéramos en nuestro poder. Sino que se trata de saber cuáles son los ideales que con ella defiendes. Piensa en los dibujantes, en los músicos, en los escritores, y en los artistas en general. Seguramente hay muchos y muy buenos. Pero a veces la virtud que los acompaña, no sabe pelear a favor de un propósito noble y desinteresado. Tú has identificado un patrón que mueve al mundo, y que por lo pronto volverá obsoleto todo aquello que no sea digno de ser recordado. El dinero, sabe cómo hacer para terminar con lo más puro y sensato que puede haber en un hombre. Cosas como sufrir por un ideal, son las que le dan valor a la vida. No estamos hablando de fanatismos, estamos hablando de valores que tienen una razón de ser. No hay lucha, donde no existe dolor. No hay crecimiento, donde no hay una disconformidad. Por eso no creo que esté mal sentirse disconforme por algo, lo que sí está mal, es pensar que obteniendo un bien material, resolveremos el miedo a morir siendo nadie. Si es ese el problema, no debes preocuparte, dado que mientras estemos vivos, el tiempo siempre nos ayudará a volver sobre aquello que alguna vez hicimos mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario