Importante :
En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.
jueves, 28 de marzo de 2013
El Metodo
Me lo dice mi corazón que me advierte sobre mi destino. Si
has cometido un traspié, no tienes que volver a hacerlo, pues ya sabes en donde
está lo sublime. Ahora siento el cálido aliento del error, de aquel deseo que
ha explotado sin poder ser contenido. Me he refugiado en lo extraño e ingenuo
de nuestro encuentro, pero una cercana advertencia se ha instalado en mí,
anticipando la furia de tu traición. Una traición olvidada, aún más,
irreconciliable insana y perturbadora, como solamente un veneno en mi vasija lo
podría ser. Es por eso que me arrepiento. Aquella lucidez con la que alguna vez
tomé prestado tu cuerpo, enterró mi moral bestialmente. Y con toda esa furia de
mi parte, te cuidé y te amé, obedeciendo a la única razón posible que reinó
defectivamente mi interior. Tu misma has sido el instrumento, deberías haber
imaginado que cometer semejante desliz, modificaría la ecuación básica,
transformándote en una parte inerte de este vacío material. Afortunadamente he
conducido sobre tu desidia y he recobrado el color que alguna vez tuve cuando
apenas fui un infante. Aquel día caminé centímetro a centímetro sobre tus
pasos, y me sumergí en la noche, reflejando un brillo plateado, que enterró mis
ojos hasta hundirme en lo más recóndito de tu engaño. Viví más allá del desorden,
y como la pieza faltante de un rompecabezas, intenté averiguar cómo habías
planeado el método. Pero fallé. Seguí el recorrido hasta la siguiente puerta, y
el suelo se hizo hielo bajo mis pies. Y bueno, después todos saben lo que pasó.
La gente se escapó intentando ofrecer algo novedoso, pero yo no acepté.
Entonces expuse mis quejas, y presenté mi visión acerca de los hechos. Sin
embargo esa decisión trajo toda clase de problemas. Y es por eso que me
acostumbre a ser un soltero. Porque en un mundo tan encolerizado y confundido,
vivir sin paz, es lo mismo que ofrecer gratuitamente un espacio ceñido, donde
la distancia que me separa de ella, eleva con claridad, mi probabilidad de
ahorcarme bajo la misma realidad que me acecha, y no me deja dormir.
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