Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

martes, 29 de marzo de 2011

La Voluntad de Ser, Quien Debes Ser

Después de mucho tiempo, vuelvo a recordar, lo que significaba sentirse presionado. Hoy, en mi sesión de terapia, Gonzalo adoptó una postura un tanto inquisitiva, haciéndome preguntas punzantes y hostigadoras, que de algún modo me pusieron entre la espada y la pared. Luego de responder con mucho nerviosismo a estas preguntas, llegamos al final de la sesión. Para entonces ya me sentía como un conejillo asustado, rodeado por lobos hambrientos, y sedientos de sangre fresca. Seguramente, cinco minutos más contestando sus ingeniosas interrogaciones, hubieran sido fatales para mí. Afortunadamente, cuando me despedí de él, y regresé a la calle, sentí un enorme alivio. Por un momento, tuve miedo de que mi vida fuera realmente un gran error, de verdad creí que todo se había echado a perder. Pero por suerte, todo se reacomodó, cuando me rencontré devuelta, solo yo, y mis pensamientos. Alguna vez dije que no es posible relajarse, sin antes haber estado tenso, o nervioso. Esto fue precisamente lo que sucedió hoy, primero la terapia me puso a transpirar compulsivamente, y segundo, sentí un placer enorme cuando todo termino. Tal vez asi funciona la psicología. Más tarde llegué a casa, me preparé un café, y me puse hablar con Natalia. Así que le conté todo lo que había sucedido en mi sesión de terapia, remarcándole  que algunas preguntas que me hizo, me resultaron particularmente difíciles de responder. No porque no tuviera los argumentos necesarios, sino porque no es lo mismo explicárselo al papel, que a una persona de carne y hueso. En una ocasión, Gonzalo me preguntó porque elegía la soledad, si siempre me provocaba malestar. Así que yo le respondí con una frase un tanto avejentada. Te pueden informar que si tocas el fuego, saldrás quemado, pero lo cierto es que para comprender enteramente lo que es quemarse, tarde o temprano, deberás tocar la llama por tus propios medios. Por esa razón yo elegí la soledad, pues hace tiempo que decidí hacer mi propia experiencia, más allá de lo que la gente me ha advertido, acerca de vivir bajo esta modalidad. Pero ahora, que ya soy un solitario, debo reconocer que he aprendido a resistir aquellas voces, que me hieren, y me llaman loco. Y eso se debe a que sólo se puede encontrar la verdad en el interior del alma, y jamás fuera de ella. Si quieres saber qué es lo que debes hacer, pregúntaselo a tu interior, y obedécelo, cumple con ese objetivo. Deberá ser fuerte para no ser vencido por la influencia de la gente. Seguramente mucho más fuerte de lo que te imaginas. Está claro que la gente, lastima a las personas que son solitarias, pues es cierto que nosotros somos una pieza que no encaja dentro de su visión del mundo, y es por eso que para corregirlo, nos llaman locos. Es cuestión de lógica deducir que si nosotros somos los locos, ellos serán los cuerdos. Pero yo pregunto. ¿Es acaso la lucidez, un bien que sólo le es otorgado a quienes siguen el rebaño? Mi soledad indudablemente me ha convertido con los años, en una oveja negra. Paso mis días deambulando por el mundo, sin un rumbo fijo al cual seguir. Pero en esta vida, donde todos debemos pertenecer a un rebaño, es difícil tener libertad. Dado que no falta ocasión, en la que un nuevo pastor, se esfuerza por incluirte dentro de su manada. Debes tener cuidado, pues aunque tú le digas que no, él intentará por todos los medios, convencerte de que te unas a los suyos. Te dirá que este nuevo ganado, hará que te sientas diferente al resto, dado que tendrás la exclusividad, de pertenecer a un grupo selecto de personas, similares a ti. Sin lugar a dudas, un generoso vendedor de aire. En estas circunstancias, me ayuda el pensar que yo soy un solitario, y que por lo tanto, viajo solo. No soy ni un dibujante, ni un escritor, ni un músico, ni siquiera soy un técnico. Esos tan sólo son títulos que la gente necesita definir para ponerle un orden a las cosas. No me mal interpreten, yo soy consciente de que una sociedad que vive dentro de conjuntos, es una sociedad ordenada. Mientras que una sociedad sin intereses asociados, es el reino del caos y el desastre. Pero también sé, que este caos del que hablo, es el advenimiento de un nuevo y mejor orden. Ahora. ¿Quién se atrevería a vivir fuera del gran conjunto?. Pocos son los que se sacrifican, y se exponen a ser llamados locos, en pos de un nuevo orden. Pero no se confundan, ellos no son héroes, dado que nada de lo que hacen es por un bien común, sino que están llamados por la promesa de aprender a vivir según la voluntad propia. La voluntad de ser lo que son realmente, y así nunca convertirse en un títere más del poder.

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