Importante :

En algunos textos he ofendido a otras personas injustamente, por eso pido disculpas por mi comportamiento inapropiado. Aun así, estos textos forman parte de lo que soy, y es por eso que no puedo borrarlos. Solo me queda aprender de mis errores, disculparme otra vez, y a seguir adelante.

jueves, 14 de noviembre de 2013

El Niño

Me pregunto ¿por qué cada vez que hablo sobre mis valores de solitario, siento que estoy oponiéndome a todas las creencias del ciudadano medio? Al menos para mí, no es fácil analizar a la sociedad, sin exaltarme con algunas de mis reflexiones. Reconozco que si todos pensaran como yo, el hombre se volvería demasiado austero en su proceder. Sin embargo algo de todo esto, me seduce más que ninguna otra cosa. Saber que soy la oposición, me devuelve cierto protagonismo dentro de la ciudad. Hay un modo de vivir que también es posible y aunque todavía no pueda destrabar la psicología del asunto, estoy seguro que poco a poco me voy acercando. Existe un periodo de estabilidad en la familia, que a mi entender sucede cuando los chicos son pequeños. Esa estabilidad se sostiene en base a la soledad, y al desinterés sexual de estos niños. Su pureza radica en esa virginidad. Se puede ver como el equilibrio familiar desaparece cuando esos niños crecen, y guiados por el instinto del ser humano adulto, cambian su inocencia por sexualidad. Ninguna familia puede sostener su equilibrio, si ninguno de sus integrantes es puro de corazón. Dicho sea de paso es potable la sospecha de entender cómo los celos del padre se gestan a partir de saber que su hijo o hija, pueden formar pareja con otro. En mi análisis queda expuesto como la naturaleza inmaculada del niño, les recuerda a quienes se han corrompido, que existe una forma desinteresada de vivir las cosas. En su mayoría el hombre ya no sabe cómo mostrarse agradecido de estar existiendo, y es por eso que necesita estar cerca de alguien que si lo este. Aunque suene absurdo esto que estoy diciendo, no existe nadie más calificado para esta tarea que el niño. No quiero parecer grosero, pero a veces el niño es el eslabón que sostiene la unidad familiar. Sin él, todo es sumamente prescindible. Sin embargo según mi análisis, hay muchos seres en edad madura que aún sostienen la pureza del espíritu. Estos hombres valientes han decidido enfrentar la vida, erradicando desde adentro todo el odio que podría generar la pérdida de su espacio propio. Estar con otra persona en pareja les demandaría atención, y nada más quisieran ellos que tener su cabeza libre para poder pensar en todo lo que se les presente. Estos seres de los que hablo, han sabido defender su lugar de trabajo, sosteniéndolo y privilegiándolo a través del tiempo. Han sido responsables tanto en su conducta como en sus valores, de forma tal que aun habiendo sido repudiados, llevaron adelante con fe ciega sus convicciones. Hoy son ángeles que se protegen al mismo tiempo que cuidan el bienestar de los demás. Nada más quisiera yo, que ser digno de estar entre los suyos. Peleando día a día por defender y santificar la pureza inmaculada de estar existiendo en este mundo.

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